En plena naturaleza y vistas abiertas que en algunos puntos alcanzan hasta el mar, se encuentra esta finca de aproximadamente 70.000m². Un lugar que combina privacidad, belleza natural y espacio suficiente para desarrollar un proyecto de vida o de turismo rural con personalidad propia.

La parcela está distribuida en 10.000m² de olivar productivo y otros 10.000m² de olivar por recuperar, además de almendros y algarrobos en producción. El resto del terreno está formado por monte bajo y pinar, y alberga una rica flora autóctona como tomillo, romero y lentisco, que perfuman el aire y refuerzan el carácter mediterráneo del entorno.
Cuenta con una zona de huerto de 200m² con riego automático ya instalado, perfecto para cultivar tus propios alimentos.

El acceso a la finca es bueno, salvo en el último tramo, que presenta pendiente y requiere mantenimiento. Un pequeño esfuerzo para llegar a un verdadero refugio de paz.

En el corazón de la finca se alza la masía principal, rehabilitada y que cuenta con una superficie de 50 m². En su interior encontramos un acogedor espacio diáfano que integra cocina y salón, y una habitación doble que ofrece un ambiente tranquilo para el descanso.
El baño, ubicado en una construcción anexa e independiente, dispone de plato de ducha y un sistema de baño en seco con doble cámara de compostaje, una solución práctica y sostenible que encaja perfectamente con la filosofía del entorno.

Como elemento diferenciador, la propiedad cuenta con un domo geodésico perfectamente integrado en el paisaje. Su diseño moderno y versátil lo convierte en una pieza clave para quienes deseen ofrecer un alojamiento turístico diferente o disponer de un espacio singular para actividades creativas, meditaciones, talleres o estancias de invitados.

La finca también incluye tres masías adicionales de 45m², 60m² y 90m² para ser rehabilitadas y darles el uso que el nuevo propietario imagine: desde alojamientos rurales hasta estudios de arte, zonas de trabajo o espacios de ocio. Además, se incluyen dos caravanas ya instaladas, que aportan un valor añadido para el alquiler turístico o como alojamiento complementario. Un contenedor marítimo de 20 pies, con aislamiento de panel sándwich, que actualmente se utiliza como trastero, y una caseta de aperos metálica de 15m² que sirve para almacenar herramientas y material agrícola.

En cuanto a infraestructuras, la propiedad cuenta con preinstalación eléctrica subterránea con registros distribuidos por toda la parcela, una zona preparada para instalar las placas solares y una caseta caseta para albergar las baterías. El suministro de agua está garantizado mediante un depósito de 12.000 litros, ubicado en la parte alta de la finca y que funciona por gravedad, sin necesidad de energía. Además, hay tres aljibes de piedra antiguos y una balsa que recoge agua de lluvia, todo para rehabilitar. 

La finca cuenta con un anteproyecto para la construcción de una vivienda de 100 m², que finalmente no llegó a realizarse, por lo que si decidieras seguir adelante con este proyecto de vivienda lo podríamos facilitar.

 
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